Aunque la construcción de edificios y calles de nueva realización supuestamente se ejecutan de acuerdo a la legislación de movilidad universal y eliminación de barreras arquitectónicas; no son pocas las ocasiones en las que nos encontramos que tanto en la calle como dentro de edificios, tenemos que subir unas escaleras con la silla de ruedas.
Si esta situación la encontramos fuera de nuestra vivienda o bloque no tendremos más remedio que contar con la ayuda de alguien para que nos ayuden a salvar esos peldaños. En general, esta situación resulta incómoda para la persona en silla de ruedas, ya que además de inseguridad, le transmite la sensación de no poder ser autónoma.
Es importante conocer la mejor forma de subir la silla por unas escaleras
Si vamos a ayudar a alguien a subir en silla de ruedas, o le vamos a indicar a alguien como hacerlo, debemos tener en cuenta los siguientes puntos:
1) Si vamos a subir o bajar un peldaño con una persona en silla de ruedas,por ejemplo, en una acera o en el hall o entrada de un edificio, nunca debemos dirigir a la persona de cara hacia la pendiente de bajada; es decir, cuando subamos lo haremos primero con la ruedas delanteras y en un segundo paso con las de atrás. Si bajamos, lo haremos de espaladas bajando primero las ruedas traseras y posteriormente las delanteras. Es importante tener cuidado con los impulsos demasiado intensos, y evitar las brusquedades (nunca tomar carrerilla ante un escalón si manejamos una silla de ruedas), ya que, además de estar zarandeando sin necesidad a la persona en silla de ruedas, podemos perder el control de la silla y provocar una caída de la silla. Mejor paso a paso, despacio y con control.
2) Cuando vamos a salvar varios peldaños lo adecuado es contar con dos personas, una por detrás dirigiendo y manteniendo la silla y otra por delante elevando las ruedas anteriores y tirando para ir subiendo los peldaños uno a uno.
3) Cuando vamos a salvar varios peldaños y la escalera no permite ir peldaño a peldaño es frecuente que entre varias personas eleven la silla. Esto no es nada recomendable por su peligrosidad, pero es cierto que en ocasiones no hay más remedio. Aquí de nuevo es fundamental que la persona nunca esté de cara a la pendiente de bajada. La silla debe cogerse con firmeza por puntos fijos de la estructura, nunca por zonas que pudieran desencajarse de la silla al llevarla en el aire (ni reposabrazos, ni reposapiés).
Cuando las escaleras que debemos subir están en nuestro bloque de viviendas o incluso en el interior de nuestra casa, deberíamos plantearnos una solución más eficiente para subirlas. Además, la realización de obras y adaptaciones de nuestro bloque de viviendas para la eliminación de barreras arquitectónicas (instalación de rampa, silla salvaescaleras, plataforma salvaescaleras, etc.) son de obligatorio cumplimiento por parte de la comunidad.
Una opción muy adecuada para su uso en el interior de la propia vivienda es instalar una silla salvaescaleras. Tienen la ventaja de permitir su instalación en todo tipo de escaleras existiendo una amplia variedad de modelos para adaptarlos a cualquier espacio (escaleras en curva, sillas salvaescaleras compactas, sillas salvaescaleras plegables, etc.), además cuentan con importantes medidas de seguridad (control de velocidad, control antigravedad, cinturón de seguridad, mando a distancia, sistema de control de batería, batería de emergencia, etc.).
Con una silla savaescaleras conseguiremos mayor seguridad a la hora de subir y bajar la escalera y un mayor grado de autonomía,ya que, dependiendo del grado de discapacidad, es posible usarlas sin ayuda de otra persona.