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Silla para escalera, ¿Qué hay que tener en cuenta para instalarla?

La movilidad en los hogares es una mejora que se encuentra cada día en más viviendas. Ayudar a personas con dificultades para subir y bajar escaleras es uno de los principales aspectos en los que se centran las medidas que se implementan para dotar a los edificios de opciones que permitan su uso en colectivos con problemas a la hora de desplazarse. Por ello las sillas salva escaleras son un elemento cada vez más habitual en nuestro entorno, de manera que la instalación de estos dispositivos suponen una gran mejora en la autonomía y en la seguridad de numerosas personas. Lo cierto es que son la principal solución a la hora de hacer posible desplazarse entre plantas con comodidad para personas con alguna dificultad.

Uno de los principales atractivos de estas sillas para escaleras es que su instalación no requiere de excesivas complicaciones ni de obras complejas, ya que gracias a la amplia diversidad de modelos que existen en el mercado podremos escoger la que más se adapte a nuestro hogar, pudiendo disponer del mecanismo en tan solo un par de días. No hay que tocar la escalera puesto que el elemento se sitúa sobre ésta gracias a la fijación de unos railes que van a servir para guiar a la plataforma desde una a otra planta, siguiendo el modelo de recorrido de la escalera. Estas facilidades suponen no tener que realizar un desembolso adicional en la obra ni sufrir las molestias que ocasiona una reforma que no va a ser necesaria, como tampoco lo serán permisos o proyectos técnicos.

Pero aun sabiendo esta sencillez en su instalación podemos tener algunas dudas sobre si nuestro hogar requiere de alguna característica singular para que pueda acoger esta salva escaleras. Podemos estar preocupados por si esta plataforma va a ocupar un excesivo espacio en la escalera y la obstruirá. No hay que preocuparse ya que estas soluciones se fabrican a medida y son muy versátiles, de manera que en posición de espera ocupan un espacio mínimo.  Otro de los temas que también preocupan, es si nuestro hogar tendrá solidez para soportar su fijación. Lo más habitual es que estas fijaciones se acoplen a la pared, asegurándonos de que ésta es lo suficientemente sólida como para resistir el peso que debe soportar. Si ello no fuera posible se deberán colocar unos postes regulables que irán fijados al suelo y serán los encargados de aguantar el peso del sistema. Todo ello sin ocupar demasiado espacio ya que las guías quedan a baja altura.

Como ya hemos visto, es complicado que haya una escalera que no pueda acoger este mecanismo, pero para que podamos hacernos una idea señalaremos que el ancho de los escalones debe ser superior a 70 cm en aquellos que sean rectos y 5 cm más si son curvos.

En este aspecto, tenemos que añadir que ers necesario que el ancho de la escalera sea superior a 70 cm en el caso de tratarse de escaleras rectas y de 75 cm, como mínimo en el caso de tratarse de escaleras con curvas. En cuanto al punto de salida y llegada, se debe contar con una zona desocupada de unos 70 cm para acceder y salir de la plataforma.